Escrito Por: Dr Domeena Renshaw
(AGENCIALAVOZ ) RESPUESTA: Quiero compartir dieciocho sugerencias que son dadas en un libro titulado The Hyperactive Child ("El niño hiperactivo"), Aunque el libro ya está agotado, los consejos de la doctora Renshaw sobre este problema siguen siendo válidos.Es necesario que los padres se mantengan firmes en cuanto a las reglas y la disciplina.
Hablen lentamente y en voz baja. El enojo es normal. El enojo se puede controlar. El enojo no significa que ustedes no aman a su hijo.
Esfuércense por mantener tranquilas sus emociones al prepararse para la agitación que se espera. Reconozcan y respondan al comportamiento positivo del niño, por insignificante que sea. Si buscan cosas buenas, encontrarán unas cuantas.
Eviten estar continuamente usando expresiones negativas, sin haber pensado en lo que dicen, como: "¡Basta!" "¡No hagas eso!" "¡No!"
Es importante que se haga una separación entre el niño a quien ustedes quieren, y la conducta de él que quizás ustedes no quieran. Por ejemplo, pudieran decirle: "Te quiero a ti. Pero no quiero que dejes un rastro de lodo por toda la casa".
Organicen una rutina para el niño, claramente establecida. Hagan un horario en el que esté señalada la hora para levantarse, comer, jugar, ver televisión, estudiar, hacer tareas y acostarse a dormir. Síganlo de una manera flexible aunque él lo altere. Lentamente el sistema de ustedes le va a impartir seguridad hasta que él desarrolle el suyo propio.
Demuéstrenle cómo hacer las tareas nuevas o difíciles, usando la acción acompañada de explicaciones breves, claras y hechas con tranquilidad. Repitan la demostración hasta que haya aprendido. Esto requerirá de las percepciones audiovisuales para reforzar el aprendizaje. Los rastros de memoria de un niño hiperactivo tardan más en formarse. Tengan paciencia y repitan.
Prueben con una habitación separada o una parte de una habitación para que sea su área especial. Eviten los colores brillantes o los patrones complejos de decoración. Lo simple, los colores sólidos, la falta de estorbos y una mesa de trabajo que se encuentre frente a una pared desnuda lejos de las distracciones, le ayudarán a concentrarse. Un niño hiperactivo aún no puede evitar por sí mismo los estímulos excesivos.
Se debe hacer una cosa a la vez: denle solamente un juguete; quiten de la mesa todo lo demás cuando esté usando los lápices de colores; apaguen la televisión y la radio cuando esté haciendo sus deberes escolares. Los estímulos múltiples impiden que él concentre su atención en lo que es su tarea principal.
Es bueno que al niño hiperactivo se le dé alguna responsabilidad, esto es esencial para su desarrollo. La tarea debiera estar de acuerdo con su capacidad, y es posible que sea necesaria mucha supervisión. Ustedes no deben olvidar el aceptar y reconocer los esfuerzos (aunque sean imperfectos) que él haga por realizarla.
Estén al tanto de las señales de alarma que él dé antes de explotar. Con calma, intervengan para evitar las explosiones distrayéndolo o hablando del conflicto sosegadamente. Es útil sacarle de la zona de conflicto y llevarle por unos minutos al refugio de su habitación.
Limiten los compañeros de juego a uno, o a lo sumo dos, al mismo tiempo. Es mejor que jueguen en su hogar para que ustedes puedan disponer la forma en que van a jugar y provean supervisión. Expliquen las reglas al compañero de juego y brevemente díganles a sus padres las razones que ustedes tienen para las mismas.
No le tengan lástima a este niño ni le hagan bromas, ni sean demasiado indulgentes con él, así como tampoco se sientan asustados por su causa. El tiene una condición especial del sistema nervioso que puede ser controlada.
Sepan el nombre y la dosis de su medicamento, y dénselo con regularidad. Vigilen cuáles son los resultados y díganselo a su médico.
Hablen abiertamente con su médico de sus temores en cuanto al uso de los medicamentos.
Cierren bajo llave todos los medicamentos, incluyendo éstos, para evitar el uso accidental.
Siempre supervisen cuando el niño tome su medicina, aunque esto sea rutinario por muchos años. ¡La responsabilidad sigue siendo de los padres! Más adelante, cuando el niño sea mayor y más responsable, puede ponérsele la dosis de un día en un lugar especial y revisarse regularmente.
Compartan con el maestro de su hijo cualquier cosa que esté produciendo resultados. Las formas para ayudar a su hijo hiperactivo, que han sido mencionadas, son tan importantes para él como la dieta y la insulina para el niño diabético.
(AGENCIALAVOZ ) RESPUESTA: Quiero compartir dieciocho sugerencias que son dadas en un libro titulado The Hyperactive Child ("El niño hiperactivo"), Aunque el libro ya está agotado, los consejos de la doctora Renshaw sobre este problema siguen siendo válidos.Es necesario que los padres se mantengan firmes en cuanto a las reglas y la disciplina.
Hablen lentamente y en voz baja. El enojo es normal. El enojo se puede controlar. El enojo no significa que ustedes no aman a su hijo.
Esfuércense por mantener tranquilas sus emociones al prepararse para la agitación que se espera. Reconozcan y respondan al comportamiento positivo del niño, por insignificante que sea. Si buscan cosas buenas, encontrarán unas cuantas.
Eviten estar continuamente usando expresiones negativas, sin haber pensado en lo que dicen, como: "¡Basta!" "¡No hagas eso!" "¡No!"
Es importante que se haga una separación entre el niño a quien ustedes quieren, y la conducta de él que quizás ustedes no quieran. Por ejemplo, pudieran decirle: "Te quiero a ti. Pero no quiero que dejes un rastro de lodo por toda la casa".
Organicen una rutina para el niño, claramente establecida. Hagan un horario en el que esté señalada la hora para levantarse, comer, jugar, ver televisión, estudiar, hacer tareas y acostarse a dormir. Síganlo de una manera flexible aunque él lo altere. Lentamente el sistema de ustedes le va a impartir seguridad hasta que él desarrolle el suyo propio.
Demuéstrenle cómo hacer las tareas nuevas o difíciles, usando la acción acompañada de explicaciones breves, claras y hechas con tranquilidad. Repitan la demostración hasta que haya aprendido. Esto requerirá de las percepciones audiovisuales para reforzar el aprendizaje. Los rastros de memoria de un niño hiperactivo tardan más en formarse. Tengan paciencia y repitan.
Prueben con una habitación separada o una parte de una habitación para que sea su área especial. Eviten los colores brillantes o los patrones complejos de decoración. Lo simple, los colores sólidos, la falta de estorbos y una mesa de trabajo que se encuentre frente a una pared desnuda lejos de las distracciones, le ayudarán a concentrarse. Un niño hiperactivo aún no puede evitar por sí mismo los estímulos excesivos.
Se debe hacer una cosa a la vez: denle solamente un juguete; quiten de la mesa todo lo demás cuando esté usando los lápices de colores; apaguen la televisión y la radio cuando esté haciendo sus deberes escolares. Los estímulos múltiples impiden que él concentre su atención en lo que es su tarea principal.
Es bueno que al niño hiperactivo se le dé alguna responsabilidad, esto es esencial para su desarrollo. La tarea debiera estar de acuerdo con su capacidad, y es posible que sea necesaria mucha supervisión. Ustedes no deben olvidar el aceptar y reconocer los esfuerzos (aunque sean imperfectos) que él haga por realizarla.
Estén al tanto de las señales de alarma que él dé antes de explotar. Con calma, intervengan para evitar las explosiones distrayéndolo o hablando del conflicto sosegadamente. Es útil sacarle de la zona de conflicto y llevarle por unos minutos al refugio de su habitación.
Limiten los compañeros de juego a uno, o a lo sumo dos, al mismo tiempo. Es mejor que jueguen en su hogar para que ustedes puedan disponer la forma en que van a jugar y provean supervisión. Expliquen las reglas al compañero de juego y brevemente díganles a sus padres las razones que ustedes tienen para las mismas.
No le tengan lástima a este niño ni le hagan bromas, ni sean demasiado indulgentes con él, así como tampoco se sientan asustados por su causa. El tiene una condición especial del sistema nervioso que puede ser controlada.
Sepan el nombre y la dosis de su medicamento, y dénselo con regularidad. Vigilen cuáles son los resultados y díganselo a su médico.
Hablen abiertamente con su médico de sus temores en cuanto al uso de los medicamentos.
Cierren bajo llave todos los medicamentos, incluyendo éstos, para evitar el uso accidental.
Siempre supervisen cuando el niño tome su medicina, aunque esto sea rutinario por muchos años. ¡La responsabilidad sigue siendo de los padres! Más adelante, cuando el niño sea mayor y más responsable, puede ponérsele la dosis de un día en un lugar especial y revisarse regularmente.
Compartan con el maestro de su hijo cualquier cosa que esté produciendo resultados. Las formas para ayudar a su hijo hiperactivo, que han sido mencionadas, son tan importantes para él como la dieta y la insulina para el niño diabético.