República Dominicana -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El Concilio Evangélico de las Asambleas Dios pidió al Gobierno evitar la creación de un clima adverso que afecte el desenvolvimiento normal de la vida pública, la paz, la gobernabilidad y el desarrollo de la nación.
Señaló que se nota claramente la formación de varios frentes que ameritan de que se les preste la debida atención.
La entidad afirmó que un ejemplo concreto es el de los médicos, para el cual pidió que exista un diálogo serio, responsable y razonable a los fines de encontrar las alternativas viables a su solución.
Los reverendos Alejandro Pérez Jerónimo y Carlos Mateo, superintendente y secretario ejecutivo, respectivamente, concretizaron que la mejor decisión en este impasse no es una actitud de indiferencia, cerrazón ni radicalización.
“Debe existir un entendimiento civilizado y práctico, pues en todo esto los grandes perdedores son los hijos humildes y pobres del pueblo cuya condición se agudiza cada vez más”, puntualizaron.
Expusieron que esta larga situación no es concebible en un país donde imperan los principios de la democracia y donde se tiene a un Presidente abierto, civilista y con un sentido claro de lo que es el respeto al deseo de progreso y desarrollo.
Argumentaron que el otro elemento preocupante en estos momentos es el tipo de delincuencia que se ha desatado en el país.
“Los dominicanos estamos ante una delincuencia de alto calibre, que derrama sangre, soborna, corrompe conciencia y se lleva de paro todo principio ético y moral”, acotaron.Entienden que esto amerita de una mano dura y de una decisión firme para evitar que todo se corrompa y que el país sea presa del egoísmo, la ambición, la maldad y la injusticia.
Consideran que las autoridades sanas y las fuerzas vivas de la nación deben aunar esfuerzos, levantar voces y concretizar acciones que ayuden a conjurar estos males amenazantes y desafiantes.
“La lucha de intereses, la confrontación, la inseguridad y el irrespeto a las leyes, son elementos perniciosos que gravitan en contra del desarrollo y de la paz de la nación, algo que debe evitarse a como de lugar”, afirmaron.
Las Asambleas de Dios es la organización evangélica más grande del país, con sus dos mil congregaciones a nivel nacional.
Señaló que se nota claramente la formación de varios frentes que ameritan de que se les preste la debida atención.
La entidad afirmó que un ejemplo concreto es el de los médicos, para el cual pidió que exista un diálogo serio, responsable y razonable a los fines de encontrar las alternativas viables a su solución.
Los reverendos Alejandro Pérez Jerónimo y Carlos Mateo, superintendente y secretario ejecutivo, respectivamente, concretizaron que la mejor decisión en este impasse no es una actitud de indiferencia, cerrazón ni radicalización.
“Debe existir un entendimiento civilizado y práctico, pues en todo esto los grandes perdedores son los hijos humildes y pobres del pueblo cuya condición se agudiza cada vez más”, puntualizaron.
Expusieron que esta larga situación no es concebible en un país donde imperan los principios de la democracia y donde se tiene a un Presidente abierto, civilista y con un sentido claro de lo que es el respeto al deseo de progreso y desarrollo.
Argumentaron que el otro elemento preocupante en estos momentos es el tipo de delincuencia que se ha desatado en el país.
“Los dominicanos estamos ante una delincuencia de alto calibre, que derrama sangre, soborna, corrompe conciencia y se lleva de paro todo principio ético y moral”, acotaron.Entienden que esto amerita de una mano dura y de una decisión firme para evitar que todo se corrompa y que el país sea presa del egoísmo, la ambición, la maldad y la injusticia.
Consideran que las autoridades sanas y las fuerzas vivas de la nación deben aunar esfuerzos, levantar voces y concretizar acciones que ayuden a conjurar estos males amenazantes y desafiantes.
“La lucha de intereses, la confrontación, la inseguridad y el irrespeto a las leyes, son elementos perniciosos que gravitan en contra del desarrollo y de la paz de la nación, algo que debe evitarse a como de lugar”, afirmaron.
Las Asambleas de Dios es la organización evangélica más grande del país, con sus dos mil congregaciones a nivel nacional.