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ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Defensa. Jorge Benítez puso “su vida en manos de Jesús”. Se lamentó por la tragedia. Su abogado manifestó que “sólo querían amedrentar a la víctima”.
“Yo le dije a la jueza lo que pasó. No lo quise matar. No le quise hacer nada en contra de él. Era un hermano en Cristo…”, sostuvo ayer Jorge Raúl Benítez (53 años), el pastor evangelista sospechado de asesinar a un ciudadano peruano de una cuchillada en una pierna. El sospechoso prestó una ampliación de declaración indagatoria por el crimen de José Ubilliuz (52), ocurrido en el barrio General Paz el martes 6 de octubre último. “Yo estoy esperanzado en Jesús. Él es el dueño de mi vida y puede hacer conmigo lo que quiera. Le pertenezco a él y nada más que a él”, insistió el imputado ante la prensa, luego de estar frente a la jueza Rosa Falco. El abogado del detenido, Gabriel Coronel Chalfón, explicó que su cliente buscaba “asustar a la víctima, a cambio de revelar dónde escondió bienes robados al templo”. Aclaró que “no hubo abandono de persona” -en el Hospital Independencia- sino que su representado esperó la asistencia médica. Sin embargo, testigos habrían manifestado que dejó en la puerta a la víctima y luego se fugó en el automóvil, hasta que fue apresado en La Banda. “Fue un accidente. Benítez tenía certezas de que Ubilliuz había cometido un robo en su templo, junto con otro sujeto. Entonces, cansado de los hechos, mi cliente se lo lleva en su auto para intimidarlo”, sostuvo el abogado. “En el vehículo había cinco personas. Los otros tres ahora son testigos, ya que acompañaban al pastor. Ante el reclamo de los robos, Ubilliuz lanzó puntapiés y Benítez toma un cuchillo que había casualmente en el vehículo y le produjo la herida en la arteria femoral, en la parte posterior del muslo. Si hubiera querido matarlo lo hubiera atacado en la cara, el cuello o el pecho”, manifestó Coronel Chalfón
