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| La canciller alemana afirma ser creyente y, ante el riesgo de “islamización” de Europa, considera que “se necesitan cristianos valientes con fundamentos bíblicos” |
ALEMANIA.-(AGENCIALAVOZ) En una entrevista al diario Süddeutsche Zeitung en la que habla de su vida privada, la canciller alemana, Angela Merkel, confirma que es ser creyente y asegura que “la fe en Dios me facilita muchas decisiones políticas”.
Coincidiendo con los 25 años de la unificación de su país, la canciller alemana ha tenido un gesto inédito al revelar algunos aspectos de su vida privada a ese periódico, además de facilitarles varias fotos personales.
En la entrevista, Merkel reconoce que ha dudado más de una vez sobre la existencia de Dios, pero sigue teniendo fe: “siempre he vuelto a creer. Pienso que todo el mundo que realmente cree, ha dudado alguna vez de la existencia de Dios”, aclara.
Educada por su padre, pastor luterano, en una ética protestante señala que “la fe y la religión son la base sobre la que yo y muchos otros contemplamos la sagrada dignidad del ser humano”.
“Nos vemos como la creación de Dios, y eso guía nuestras acciones políticas”, agrega en la entrevista.
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Merkel en la catedral de Colonia en el homenaje a las víctimas del avión de Germanwings
“El valor de ser cristianos”
Por otra parte, en un debate público en la Universidad de Berna (Suiza), en el que participo Merkel a principios de septiembre, ante una pregunta sobre el riesgo de “islamización” de Europa, recordó que la mejor respuesta era tener “el valor de ser cristianos”.
La canciller resaltó la importancia de saber fomentar el diálogo con los musulmanes, “volver al culto en la iglesia, y sumergirse de nuevo en la Biblia”.
Luego insistió en que “se necesitan cristianos valientes con fundamentos bíblicos. Si le preguntas a niños en edad escolar qué es Pentecostés, las respuestas serán probablemente muy decepcionantes”, concluyó.
La canciller alemana es una mujer que raras veces habla de su vida personal y cuida su intimidad con una severidad que la ha hecho famosa. Nunca ha invitado a un jefe de Estado o de gobierno a su piso en Berlín o a su dacha en Brandeburgo.
En ese sentido, una de las instantáneas que cedió al periódico muestra un encuentro de Merkel con el presidente ruso Vladimir Putin en su residencia de verano de Sochi.
“No tengo miedo a los perros, pero sí una cierta inquietud porque un día me mordió uno. Lo que me pareció destacado en enero de 2007 en Sochi, fue que, aunque el presidente sabía muy bien que no estaba ansiosa por saludar a su perro, lo trajo consigo”, dijo.
