“Estamos ante un drama de carácter moral sin antecedentes. Hoy todo vale contra la familia, hoy todo vale contra el matrimonio, hoy todo vale contra la vida, y por eso el aborto, la eutanasia la eugenesia; ahora todo vale contra los niños”, precisó. (Procurador Alejandro Ordóñéz) |
COLOMBIA.-(AGENCIALAVOZ) Para él, la decisión refleja cómo el deseo, más que el derecho, se ha convertido en la fuente de importantes determinaciones.
Según él, el fallo contraviene normas constitucionales y legales. Lo más grave, dice, es que afecta notablemente los derechos de los menores a tener un padre y una madre. Según él, es tanto como relegar los derechos de los menores para satisfacer los de los adultos, pues los infantes ven privados de acceder a una garantía natural.
Para Ordóñez, la determinación no sólo refleja una crisis moral. También pone en evidencia que, en aras de satisfacer los deseos de algunos, se está desconociendo un sinnúmero de normas, especialmente las que tienen que ver con la concepción de la familia.
Además, en su criterio, la determinación del alto tribunal permitirá que personas no idóneas se ocupen de la crianza de los niños. Por eso, dijo que no perderá oportunidad para interponer un incidente de nulidad, una vez sea notificado del fallo. Independientemente de que prospere o no, dijo, es el mecanismo con el que se cuenta para actuar en defensa de los menores de edad.
También saludó la propuesta de la senadora Viviane Morales de convocar a referendo para evitar que los niños crezcan en hogares conformados por parejas homosexuales. Más que eso, dijo que la apoyará en su empeño e invitó a la ciudadanía a unirse a la iniciativa.
“Quienes consideran que los niños deben tener el derecho a tener papá y mamá deben pronunciarse, deben manifestarse; se debe acudir a ese instrumento jurídico como una forma para expresar la voluntad de los colombianos”, precisó.
No debe opinar lo mismo el procurador frente a la noticia que produjo hoy la Corte Constitucional. La ponencia en la que el magistrado Jorge Pretelt niega que la unión entre homosexuales pueda ser denominada matrimonio, sin duda, se acoge más a las convicciones del jefe del organismo de control.